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George Washington asume como primer presidente de los Estados Unidos


 

George Washington asume como primer presidente de los Estados Unidos

alt George Washington tomó el juramento del cargo, convirtiéndose en el primer Presidente de los Estados Unidos, el 30 de Abril de 1789. La cermonia tuvo lugar en el balcon del Senado de la Camara Federal. El Juramento fue administrado por el Canciller del Estado de Nueva York, Robert R. Livingston.

Su elección como presidente fue una decepción para su esposa, la primera Primera Dama, quien quería seguir viviendo en la tranquila jubilación en Mount Vernon después de la guerra. Sin embargo, pronto asumió el papel de anfitriona, la apertura de su salón y la organización de cenas semanales para el mayor número de dignatarios como podría encajar alrededor de la mesa presidencial. Washington demostró ser un administrador capaz. Un excelente delegante y el juez de talento y carácter, que mantuvo reuniones periódicas del gabinete para debatir los temas antes de tomar una decisión final. En el manejo de las tareas de rutina, fue "sistemático, ordenado, enérgico, se preocupaba de la opinión de los demás, pero la intención decisiva, sobre los objetivos generales y la coherencia de las acciones particulares con ellos.

Washington sirvió un segundo mandato como presidente. Se negó a postularse para un tercero, estableciendo la política habitual de un máximo de dos mandatos para un presidente que más tarde se convirtió en ley por la 22ª enmienda de la Constitución.

Washington celebró la primera reunión del Gabinete del Presidente de EE.UU. 25 de febrero de 1793. Como presidente, Washington gobernó sin llevar a cabo ninguna violación al poder que la Constitución le otorgó al Congreso. Sobre las energías de la fabricación de política que él se sentía que la constitución dio al Congreso. Pero el diseño y desarrollo de la política extranjera se convirtió en una preocupación presidencial preponderante. Cuando la revolución francesa condujo al enfrentamiento bélico entre Francia e Inglaterra, Washington ejerció una política neutral, rechazando por igual las recomendaciones de su Secretario de Estado Thomas Jefferson -que era favorable a la causa francesa- o su Secretario del Tesoror Alexander Hamilton -partidario a la causa británica-. Washington creía que la neutralidad frente al conflicto era lo que le permitiría a Estados Unidos crecer más fuertemente.