Zona: Sierra de Gredos / Valle del Tormes / Valle del Corneja
Población: Santa María del Berrocal
Municipio: Santa María del Berrocal
Tipo de recorrido: Circular
Recorrido: 31,5 km
Desnivel: 300 m.
Tiempo: 2 horas
Dificultad: Baja
Señalización: Señalizada
Época recomendada: primavera, verano, otoño, invierno
Sendero homologado: si
Mapa de ruta:
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Se parte de la plaza de Santa María del Berrocal y desde allí la ruta se dirige al “Lavadero del Pilón”, el único protegido por un edificio. Al salir de pueblo se encuentra una fuente-pozo construida en el medievo y llamada “La Fuente” y los restos de una calzada, probablemente medieval.
Desde allí la ruta se dirige hacia Valdemolinos un pequeño anejo que ha visto cómo sus casas abandonadas se repoblaban con la llegada de nuevos vecinos atraídos por la belleza y el aislamiento del lugar. Desde allí se accede primero al “Lavadero de Los Caños” y posteriormente al “Lavadero del Valle”. El Valle se corresponde con un berrocal localizado en un entorno apenas modificado por el ser humano y desde el que se contempla el domo granítico en el que se asienta El Castillo del Mirón.
La privilegiada posición en la que sitúa el castillo permite disfrutar de una amplia panorámica de todo el valle del río Corneja. Destacan los campos de cultivo atravesados de Este a Oeste por los bosques de chopos, olmos y sauces que delimitan el río. Al fondo aparecen difuminados los altos relieves de la Sierra de Gredos y en un plano más próximo se divisa el puerto de Villatoro al Este, la sierra de Peña Negra al Sur, Barco de Ávila, La Covatilla y la Peña de Francia al Oeste, y se dice que en los días claros se puede ver hasta Salamanca.
Desde el castillo se desciende hasta Navahermosa, por un camino estrecho que en algunos puntos presenta bastante pendiente. Para llegar al “Lavadero de las Pozas” hay que salir de la ruta principal, seguir una senda que termina en el lavadero. Desde Navahermosa se llega a Santa María del Berrocal, donde se encuentra el “Lavadero de Fuente Merina”.
Se vuelve a la plaza del pueblo para iniciar la parte de la ruta que se corresponde con el río Corneja y el paraje del Hocino. Desde la plaza y flanqueado por campos de cultivo, el caminante puede contemplar en todo su esplendor el amplio valle en artesa excavado por el río Corneja.
Antes de llegar al río se encuentra un humedal creado por la acción humana conocido como "Charco de los Tejeros". Durante unos dos kilómetros la ruta discurre paralela al cauce del Corneja, bordeada por grandes árboles. Pasando una pequeña presa construida con grandes bloques de granitos, la ruta se desvía hacia la derecha y atraviesa un camino de huertas. En el trayecto se observan norias, desgraciadamente la mayor parte de ellas abandonadas.
Un poco antes de llegar a la entrada del Villar, la ruta vuelve a coincidir con el cauce del río. A esta altura se encuentra una pasadera de grandes bloques de granito que permite cruzar a la otra orilla del río, pero la ruta continúa sin tomarla. Se atraviesa el Villar y, después de un ligero descenso, se llega hasta el “Puente de la Fonseca” un puente romano que se encuentra en perfecto estado. En las inmediaciones se encuentra el Molino de la Fonseca, uno de los molinos abandonados que salpican la zona.
Desde aquí se recomienda, aunque no hay un camino marcado que llegue a la zona, dirigirse hacia el paraje del Hocino, una zona donde el río discurre desaparece y discurre por debajo bloques de granito.
La ruta retorna al Villar, se dirige al camino conocido como "La Calzada" o también el "Camino de Choriceros" para finalizar en la plaza de Santa María del Berrocal.