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El Papa Julio II coloca la primera piedra de la Basílica de San Pedro


 

El Papa Julio II coloca la primera piedra de la Basílica de San Pedro

La historia de la basílica se remonta originariamente a una iniciativa del emperador Constantino I, quien en el año 324 mandó construir en la colina Vaticana, concretamente sobre la tumba del apóstol San Pedro, una basílica de cinco naves que se convertiría en la antecesora de la que todos nosotros conocemos en la actualidad. En el siglo XV se llegó a la conclusión de que era necesario ampliar la basílica constantina. No obstante, el edificio estaba tan deteriorado que el papa Julio II desechó la idea y optó por encargar la construcción de una nueva obra. La primera piedra de la futura iglesia de San Pedro se colocó el 18 de abril de 1506. La ambiciosa empresa se financió gracias a una intensa y lucrativa venta de indulgencias y al denominado óbolo de San Pedro.

El primer proyecto de este impresionante monumento lo presentó Bramante. Después de la muerte de éste, en el año 1514, Rafael, Sangallo y Peruzzi prosiguieron los trabajos. A pesar de todo, obra avanzó a un ritmo lento hasta 1546. La rivalidad entre estos renombrados artistas causó continuos retrasos y no pocos quebraderos de cabeza. Así, los planos se retocaron varías veces, aunque no tantas como se paralizó el trabajo. En 1547, el papa Pablo III encargó la continuación de la obra a un Miguel Ángel que contaba ya con 72 años de edad. O mejor dicho: el papa ordenó al obstinado artista que prosiguiera los trabajos.

Miguel Ángel cedió ante la insistencia del papa y se puso manos a la obra. El gran artista trabajó en San Pedro hasta su muerte, en 1564. No le pagaron, pero obtuvo el permiso del pontífice para adornarla a su gusto. Con todo, el máximo dignatario de la Iglesia Católica no siempre se abstuvo de intervenir en la labor del artista, lo que provocó desagradables discusiones entre ellos.

El 18 de noviembre de 1623 concluyeron las obras de la basílica de San Pedro, con lo que el papa Urbano VIII ya pudo consagrarla. La construcción del edificio había durado 120 años, durante los cuales veinte papas —desde Julio II hasta Urbano VIII— se habían sucedido en el pontificado. El elenco de los artistas que colaboraron en mayor o menor medida en esta gigantesca obra es impresionante. Entre ellos destacan Bramante, Rafael, Bernini y, como es natural, Miguel Ángel. Todos ellos convirtieron la basílica de San Pedro en una auténtica obra maestra de la arquitectura, la pintura y la escultura universal.

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